Los inicios de las apariciones marianas en Garabandal
Las apariciones en Garabandal comenzaron el 18 de junio de 1961, cuando cuatro niñas, Conchita González, Mari Cruz González, Jacinta González y Mari Loli Mazón, afirmaron haber visto al arcángel San Miguel sobre un árbol. Este sería solo el preludio de múltiples apariciones de la Virgen María en Garabandal, que se prolongaron hasta 1965.
Durante esos años, las niñas afirmaron entrar en éxtasis, siendo testigos de visiones celestiales. Estos episodios, que llegaron a sumar cerca de 2000 sesiones, atrajeron a miles de personas, incluyendo médicos, teólogos y curiosos. Fenómenos paranormales como levitaciones y demostraciones de fuerza fueron reportados y documentados por testigos y medios de comunicación.
Los mensajes de la Virgen en Garabandal
Las videntes de Garabandal recibieron dos mensajes clave de la Virgen María. El primero, revelado el 18 de octubre de 1961, advertía sobre la necesidad de hacer sacrificios y penitencia para evitar un castigo divino. El segundo mensaje, entregado a Conchita González el 18 de junio de 1965, señalaba que la humanidad estaba al borde de la perdición y que la Eucaristía estaba siendo cada vez menos valorada.
Además de estos mensajes, las niñas profetizaron eventos futuros, incluyendo un aviso, un milagro y un castigo. Según Conchita, el aviso precederá al milagro, el cual será visible en Garabandal y servirá como una prueba irrefutable de la intervención divina. Si la humanidad no se arrepiente, el castigo será devastador.
Reacciones y controversia en torno a Garabandal
Las apariciones marianas de Garabandal fueron objeto de intenso escrutinio. Más de 40 doctores y varios teólogos examinaron a las niñas, sin llegar a un consenso claro. Mientras algunos atribuyeron los eventos a la histeria colectiva o a explicaciones médicas, otros consideraron los fenómenos como inexplicables desde un punto de vista científico.
La Iglesia Católica también ha mostrado reservas. Desde 1961 hasta 2015, se emitieron 15 comunicados episcopales sobre el tema, muchos de los cuales no llegaron a una conclusión definitiva. A pesar de las dudas, figuras como el padre Pío de Pietrelcina y el jesuita Luis Andreu, quien falleció después de presenciar una visión, mostraron interés y apoyo hacia las niñas.
Peregrinación a Garabandal
A pesar de la controversia, Garabandal se ha convertido en un lugar de peregrinación para muchos devotos. El pueblo, ubicado en una zona montañosa y de difícil acceso, ha conservado su aspecto original, atrayendo a aquellos que buscan una conexión espiritual. Garabandal no ha sido transformado por el turismo masivo, lo que le confiere un aire de autenticidad y misticismo.
Vida de las videntes después de las apariciones
Las videntes de Garabandal siguieron caminos de vida normales tras los sucesos. Conchita González reside en Nueva York, Jacinta González en California, María Cruz González en Asturias y Mari Loli Mazón, quien falleció en 2009, vivió en Massachusetts. Ninguna de ellas se dedicó a la vida religiosa, lo que añade un aspecto intrigante a sus historias personales.