El contexto de la aparición
El 9 de abril de 1906, Rosario Granados caminaba con dificultad cerca de un espino a las afueras de Chauchina. Aquejada de graves llagas varicosas en su pierna izquierda, que incluso amenazaban con expulsarla de su hogar, tuvo un encuentro extraordinario. Frente a ella, apareció una mujer vestida de negro, a quien Rosario describió como una «bella señora, de ojos hermosísimos y cara llena de gracia». Esta mujer no era otra que la Virgen María bajo la advocación de los Dolores.
El milagro de la sanación
Durante la aparición, la Virgen del Espino le pidió a Rosario que la acompañara al cementerio y, tras rezar juntas, tocó sus heridas. Rosario entró en un estado de éxtasis y, al despertar, su pierna estaba completamente curada, algo que la ciencia médica no pudo explicar.
Este milagro fortaleció aún más su fe y la llevó a pasar el resto de su vida dedicada a la oración y a la devoción mariana.
Rosario granados: una vida de fe y perdón
Antes de la aparición de la Virgen, Rosario Granados ya había demostrado una fe heroica. Uno de los episodios más conmovedores de su vida fue el perdón que ofreció al asesino de su hijo. El asesino, huyendo de la justicia, se refugió sin saberlo en la casa de Rosario. Tras confesarle el crimen, ella lo acogió y lo alimentó, a pesar de conocer la identidad de la víctima. Rosario lo perdonó y le permitió escapar, mostrando una gran caridad cristiana. Ocho días antes del juicio, el asesino murió tras haberse arrepentido, un acto que Rosario atribuyó a la misericordia de Dios.
La promesa de la Virgen del Espino
Antes de morir en 1921, Rosario confió un secreto a su sobrino. La Virgen le había revelado que, en el lugar de la primera aparición, se edificaría un monasterio de religiosas franciscanas dedicadas a la adoración del Santísimo Sacramento. Aunque en ese momento parecía un proyecto imposible, en 1925 se hizo realidad con la fundación del Santuario Monasterio de la Virgen del Espino. Este evento cumplió la profecía de Rosario y consolidó el lugar como un centro de peregrinación y oración.
El santuario de la Virgen del Espino
El Santuario de la Virgen del Espino se encuentra en Chauchina, donde las monjas capuchinas viven una vida de oración y penitencia. El monasterio fue fundado por Sor Trinidad del Inmaculado Corazón de María, quien, siguiendo la inspiración de Dios y las palabras de la Virgen, comenzó una vida de adoración al Santísimo Sacramento. Desde su fundación en 1925, el santuario ha sido un lugar de recogimiento y devoción para los fieles que buscan acercarse a la Virgen del Espino.
Rosario Granados: ejemplo de humildad y santidad
A lo largo de su vida, Rosario Granados mostró una profunda humildad y caridad. Nunca se jactó de haber tenido una aparición mariana y tampoco aceptó ayuda económica para aliviar su pobreza. Su vida estuvo marcada por la devoción y el sacrificio, lo que la ha convertido en un ejemplo para los fieles de Chauchina y más allá.