Los problemas psicológicos del poseído
El protagonista de esta historia, cuyo nombre era Juan José Jiménez Artigas, presentaba serios problemas psicológicos que alteraban su comportamiento. En su mente, estaba convencido de que un espíritu lo había poseído.
Su compañera, Concepción de la T. Y., practicante de santería, realizaba diversos rituales en su intento por ayudarle. Estos incluían ofrendas de alimentos, encendido de velas y actos de purificación, todos ellos con el objetivo de librarlo de la supuesta posesión.
Un viaje a Alicante en busca de curanderos
En diciembre de 1995, la pareja decidió trasladarse a Alicante para que unos curanderos analizaran el estado de Juan José mediante un ritual con caracolas. A Juan José le dijeron que se le había alojado en la espalda, durante una sesión fotográfica en la Alhambra, el espíritu árabe de un niño que vivió allí en la edad media. Para solucionarlo, le recomendaron una limpieza de espíritu.
La tragedia en el apartamento del Albaicín
Tras su regreso a Granada, el comportamiento de Juan José empeoró. En su apartamento del Albaicín, en presencia de su novia y un amigo, comenzó a manifestar comportamientos extraños, como dar codazos al aire y pronunciar frases como «Ya estás aquí otra vez» y «Déjame en paz». El 11 de diciembre, la situación se volvió insostenible, lo que llevó a Concepción a abandonar el apartamento.
Al día siguiente, Concepción regresó brevemente, y una vecina escuchó lo que parecían ser reproches dirigidos a Juan José. El lunes 13, volvió al apartamento y bajó corriendo a una tienda cercana para llamar a la Policía, asegurando que su novio había muerto al caerse en la bañera.
La autopsia revela inconsistencias
Cuando las autoridades llegaron al apartamento, encontraron a Juan José desnudo y con varios golpes en el cuerpo. Aunque su novia afirmó que había muerto al caer en la bañera, el informe forense determinó que había fallecido un día antes, el domingo 12 de diciembre. Además, las pruebas sugerían que no había muerto en la bañera, sino que su cuerpo había sido trasladado hasta allí después de su fallecimiento.
Absolución y dudas en el juicio
A pesar de las pruebas circunstanciales, la Audiencia de Granada absolvió a Concepción debido a la falta de pruebas concluyentes. El tribunal señaló que las circunstancias del fallecimiento requerían la intervención de un agresor muy fuerte o la concurrencia de varias personas, algo que no se pudo demostrar. El padre de la víctima recurrió la decisión al Tribunal Supremo, pero este rechazó el recurso, dejando el caso sin resolver.
Un misterio sin respuestas
El caso del poseído del Albaicín sigue siendo un enigma que ha dejado más preguntas que respuestas. La mezcla de problemas psicológicos, ritos de santería y un fallecimiento rodeado de circunstancias inexplicables ha hecho que esta historia permanezca como uno de los misterios más oscuros de Granada.
Este caso refleja cómo las creencias espirituales y los problemas mentales pueden confluir de manera trágica, dejando a una familia sin respuestas y a una ciudad con una historia inquietante que aún resuena entre las calles del Albaicín.