Desaparición y hallazgo de los cuerpos
El 15 de enero de 1989, los tres adolescentes fueron vistos por última vez en un bar de Catadau, un pequeño pueblo de Valencia. Casualmente o no, el mismo bar (Bar el Parador) al que acudieron Miguel Ricart y Antonio Anglés cuando perpetraron el triple crimen de Alcàsser. Rosario Gayete, de 15 años, Valeriano Flores, de 14, y Pilar Ruiz, también de 15 años, habían llegado en autobús desde Valencia para pasar el fin de semana en una casa en el campo. Cuatro días después, el 19 de enero, el cadáver de Rosario fue encontrado en una caseta de labranza en Macastre. No presentaba señales de violencia evidentes, pero el estado en el que fue encontrado su cuerpo, con el botón del pantalón desabrochado y rastros de sangre, generó inquietantes dudas.
Macabro descubrimiento en Valencia y Turís
El 27 de enero de 1989, otro hallazgo estremeció a los vecinos de Valencia. Un pie humano apareció en la calle Alcàsser de la ciudad, perteneciente a Pilar Ruiz. Cuatro meses después, el 24 de mayo, el resto de su cuerpo fue encontrado en un canal en Turís, desmembrado y con la cara desfigurada. La sierra mecánica utilizada para cortar su pie y mano, y el hecho de que el pie hubiera sido abandonado en una calle concurrida, apuntaban a un intento de enviar un mensaje macabro.
El 8 de abril de 1989, un hombre que buscaba espárragos en un terraplén de Macastre encontró el cadáver de Valeriano Flores, a unos 400 metros de donde había sido hallada Rosario. Su cuerpo estaba cubierto por ramas secas, probablemente para ocultarlo, y se encontraba sobre un plástico grueso. Cerca de él, se halló una vela cilíndrica similar a las encontradas en la caseta donde fue descubierto el cuerpo de Rosario.
Hipótesis y sospechosos
Las primeras investigaciones apuntaron a un vecino de Catadau como sospechoso, ya que varios testigos lo vieron en compañía de las menores el día de la desaparición. Sin embargo, no había pruebas suficientes para vincularlo a los asesinatos. Más adelante, apareció el nombre de Wichita, un conocido traficante de drogas. Un anónimo llamó al Teléfono de la Droga para señalar el lugar donde se encontraría el cadáver de Pilar y mencionó a Wichita. No obstante, tras ser interrogado, su implicación fue descartada.
El paralelismo con el caso Alcàsser
El caso Macastre guarda inquietantes similitudes con el triple asesinato de Alcàsser, ocurrido solo cuatro años después. Ambos casos involucran a adolescentes asesinados en la misma región de Valencia y presentan coincidencias como el hallazgo de restos humanos y los lugares donde las víctimas fueron vistas por última vez. Incluso el nombre de la calle donde apareció el pie de Pilar coincide con el del caso Alcàsser.
Las últimas investigaciones
En su libro ‘¿Qué pasó en Macastre?’, los criminólogos Félix Ríos y Amós Vanacloig intentan arrojar luz sobre este enigma. Basándose en el sumario y en las investigaciones del Proyecto Nacional Prometeo, revisan las pruebas y plantean la hipótesis de que Valeriano pudo haber sido asesinado mientras vigilaba un encuentro sexual de Rosario con uno o varios individuos, lo que explicaría su asesinato posterior.
La incógnita que persiste
El caso Macastre sigue siendo un enigma. Pese a los esfuerzos de la Guardia Civil, criminólogos y los autores de este libro, no se han identificado a los responsables ni se ha resuelto el motivo detrás de este crimen tan perturbador. La combinación de pistas inconexas, cuerpos mutilados y teorías no confirmadas mantiene el caso en la lista de los crímenes sin resolver más misteriosos de España.