Juan Pedro Martínez desapareció en circunstancias misteriosas hace más de 36 años. Tenía diez años cuando el camión cisterna en el que viajaba con sus padres sufrió un accidente en el puerto de Somosierra. Aunque sus padres murieron en el acto, el paradero del niño sigue siendo un enigma. Al igual que la desaparición del niño pintor, este caso ha sido descrito por la Interpol como uno de los más extraños de Europa, dejando a todos con más preguntas que respuestas.
La última vez que se vio a Juan Pedro
El 24 de junio de 1986, Juan Pedro Martínez emprendió un viaje desde su hogar en Murcia hacia Bilbao junto a sus padres. Su padre, que transportaba 25.000 litros de ácido sulfúrico, decidió aprovechar el trayecto para pasar unos días con su familia. El viaje incluyó varias paradas breves, registradas en el tacógrafo del camión, que se realizaron sin anomalías. La última parada fue en el Mesón Aragón en Cabanillas de la Sierra, Madrid. Felipe Alhambra, un camarero que los atendió, recuerda a Juan Pedro vistiendo completamente de rojo, aunque no lo vio regresar al camión antes de que este retomara la marcha.
El accidente del camión
Al comenzar el ascenso del puerto de Somosierra, el camión Volvo F12 realizó 12 paradas en un tramo de 18 kilómetros, cada una de ellas durando solo unos segundos, excepto una de 22 segundos momentos antes de que ocurriera el accidente. Después de esta última parada, el camión comenzó a ganar velocidad descontroladamente durante el descenso, alcanzando los 110 km/h, lo que resultó en una colisión frontal con otros camiones, al tratar de adelantar en una curva.
Los cuerpos de los padres de Juan Pedro fueron encontrados en la cabina, pero el niño había desaparecido. Aunque hubo teorías que sugerían que su cuerpo podría haberse desintegrado debido al ácido sulfúrico, los expertos desmintieron esta posibilidad.
Una teoría paralela de la desaparición de Juan Pedro
Los investigadores entrevistaron a los testigos, incluyendo a los conductores de los otros vehículos involucrados. Uno de ellos mencionó haber visto una furgoneta Nissan Vanette blanca que llegó al lugar del accidente segundos después de que este ocurriera.
La furgoneta, conducida de manera alocada, se detuvo bruscamente. De ella bajaron un hombre y una mujer; esta última afirmó ser enfermera y pidió que la dejaran pasar. Mientras tanto, el hombre se dirigió directamente al camión siniestrado, lo registró y llamó a la mujer. Los testigos no vieron qué llevaba en la mano al salir del camión, pero aseguraron que ambos subieron rápidamente a la furgoneta con un bulto, casi atropellando a uno de los heridos del accidente, antes de huir en dirección norte.
Este detalle alimentó la teoría defendida por los tíos de Juan Pedro, quienes creen que el niño fue secuestrado durante una de las paradas y que el camión pudo haber sido manipulado para transportar droga.
Una búsqueda que parece no tener fin
A lo largo de los años, la teoría del secuestro relacionado con el narcotráfico ha sido defendida por los familiares de Juan Pedro, aunque las autoridades nunca la han confirmado. El caso ha sido objeto de investigaciones periodísticas y es parte del libro Te buscaré mientras viva de Paco Lobatón, que relata historias de desapariciones no resueltas. Sin embargo, a pesar de las numerosas hipótesis y teorías, el paradero de Juan Pedro Martínez sigue siendo un misterio.